Salí de mi casa dispuesto a decirle todas aquellas cosas, dispuesto a explotar.
Al ver que ella es feliz con otro chico todo se desvaneció y allí acabó. Desde aquel momento dejé de estar enfadado con ella, comprendí que el destino no quería que estuvieramos juntos.
Podeis pensar que vuestra única opción es tragaros el enfado o echarselo en la cara pero hay una tercera opción, podeis olvidar el enfado y solo asi conseguireis que todo acabe y podreis seguir adelante erguidos.
Y ese es el final perfecto para una historia de amor perfecta, solo que no es la mía. La mía sigue ahi fuera, esperándome.
''ted mosby''
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